Impugnación del Testamento por Dolo ¿Qué dicen los Tribunales?
Impugnar Testamento por Dolo
El Dolo o Coacción en la Impugnación de Testamentos
El concepto de dolo en los testamentos no está definido en ninguna norma específica. Ha sido la jurisprudencia la que ha ido delimitando sus características y delineando su alcance. Con base en el entendido de que un testamento es la manifestación de la voluntad de quien lo realiza, el dolo se presenta en aquellas situaciones en las que se tergiversa esa voluntad.
Los Tribunales han marcado la similitud entre el dolo testamentario y el dolo en los negocios. Este último ha sido definido en el artículo 1269 del Código Civil. En él se establece que hay dolo cuando uno de los contratantes, con palabras o estrategias insidiosas, induce a otro a celebrar un contrato que, sin esa intervención, no se hubiera hecho.
Por analogía, este es el criterio que se aplica entonces en los casos en los que el Tribunal debe actuar por demanda ante un dolo testamentario. Se considera un dolo testamentario al que tiene lugar cuando se presiona externamente al testador para que declare una voluntad que no es genuinamente suya. Como resultado del testamento surgido por un dolo, recoge una decisión que no hubiera sido la del restador si no hubiera existido tal presión.
Una de las sentencias más específicas que mencionan el dolo testamentario ha sido la del Tribunal Supremo del 9 de abril de 1974. En ella se definió el dolo testamentario como el empleo de astucia, maquinación o artificio dirigidos a desviar la libre determinación de las decisiones del testador.
¿Cuándo entiende el tribunal que existe dolo testamentario?
Los límites entre la voluntad real y la manipulación de un testador pueden ser vagos e imprecisos. En general, se determina que se está ante un dolo testamentario cuando:
- El testador ignora que está siendo objeto de una manipulación que cambia su voluntad.
- Las estrategias engañosas provocan cambios graves en la voluntad testamentaria del causante.
- Existe una relación de causa-efecto entre las artimañas dolosas y el contenido del testamento. Es decir, que el resultado de la distribución del legado es consecuencia de la manipulación generada por el dolo.
¿Se puede impugnar un testamento cuando se comprueba un dolo?
Los herederos legitimarios, estén o no incluidos en el testamento, tienen derecho a impugnar un testamento que se ha realizado con dolo. Este derecho asiste a hijos o descendientes de ellos (producto del matrimonio o por adopción), a ascendientes y a los viudos.
La impugnación supone iniciar un proceso judicial. Para iniciar una impugnación de un testamento por dolo no es suficiente con tener sospechas de que la voluntad del testador ha sido manipulada. No es causa de impugnación considerar que es injusto o que determinada persona obró perversamente.
La demanda no puede iniciarse si no hay motivos probados y documentados para garantizar un mínimo de posibilidades de que el juicio resulte a favor del demandante.
Es necesario comprobar que, aunque la persona está en pleno uso de sus capacidades mentales, no otorgó su legado de forma libre sino bajo coacción o manipulación. El dolo testamentario no es fácil de detectar por un notario, por lo que a veces pasa esa primera prueba de validez. Serán los familiares, conocedores de la situación, los que podrán demostrar y comprobar que el dolo ocurrió.
Una situación bastante frecuente es la de personas mayores que son manipuladas por otras que las cuidan. Con estrategias sutiles, poco a poco las van convenciendo de cómo repartir su legado y elaborar su testamento, a menudo un testamento ológrafo. Las influencias recibidas tienen como consecuencia el cambio en la disposición de sus propiedades. Esta manipulación es tan minuciosa y sutil, que el testador se convence de que es lo justo y correcto.
¿Cómo se impugna un testamento por dolo?
- Para impugnar un testamento es necesario iniciar una demanda judicial. Un testamento puede ser impugnado en un plazo de 15 años desde el fallecimiento del causante o desde la recepción del documento.
- Es imprescindible la asistencia de un abogado, que presentará la demanda ante el Juzgado de Primera Instancia del lugar del fallecimiento del testador.
¿Qué resultados puede tener la impugnación de un testamento por dolo?
Analizando la documentación y las pruebas presentadas en la demanda de impugnación del testamento por dolo, el magistrado puede resolver:
- Confirmar la validez del testamento
- Declarar testamento nulo
- Emitir una sentencia de validez parcial
Confirmar la validez del testamento
En este caso el juez determina que no se comprueba que hubiera dolo que cambiara la voluntad genuina del testador. En estos casos, muchas veces el juez establece que quien presentó la demanda debe pagar todos los costes del juicio.
Declarar testamento nulo
Si el magistrado entiende que está probado y documentado el dolo, y que el testador fue manipulado por un tercero, entonces podrá declarar la nulidad del testamento. Así lo establece el artículo 673 del Código Civil.
En este caso, el reparto de los bienes se hará de acuerdo con lo que establezca la ley. También es posible que los herederos se pongan de acuerdo y que el juez acepte esta tratativa.
Emitir una sentencia de validez parcial
No es frecuente en caso de testamento por dolo, pero ocurre que la afectación del dolo sea mínima y no afecte todo el inventario de bienes y derechos. El juez puede considerar nula la parte afectada por el dolo y proceder a su redistribución siguiendo la normativa vigente.